Aprendí que la vida tiene un limite y su tiempo,
que cada cosa que te sucede es por un motivo,
aprendí que no veo al viento pero lo siento,
y que hay que alimentarse para seguir vivo.
Aprendí que la distancia no es motivo para olvidar,
y que los buenos recuerdos nunca mueren,
aprendí que no es solo recibir si no también dar,
que los animales y humanos tan bien se quieren.
Aprendí que en los momentos difíciles debía orar,
porque no existe distancia entre la tierra y el cielo,
aprendí que a mi peor enemigo debía amar,
porque todos fuimos hechos y tomados del suelo.
Aprendí que debo dar siempre amor,
aunque nunca sea yo correspondido,
y que no existe la tristeza y el dolor,
si nunca has sufrido.
Aprendí que cada día es una grata bendición,
y que nunca debía renegar por lo que tengo,
que para ser perdonado necesito de una oración,
porque soy hijo de Dios y de el vengo.
Autor: Jhon Burga Caro.